LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA

La tecnología educativa , como campo de conocimiento, comenzó en los años 30 y se basó en la idea del mito de la maquina de enseñar ( una artilugio en el que el profesor insertaba los recursos educativos de la época, los cuales eran los libros de texto, y que a partir de un sistema de cableado se introducían los conocimientos en las mentes de los estudiantes). De tal manera que se consiguiese crear, de algún modo, una serie de tecnologías que permitiesen al alumno aprender.

Durante el siglo XX, se fueron desarrollando distintas maneras de aplicación de dichas tecnologías. Entre ellas encontramos las siguientes:

• MEDIOS AUDIOVISUALES EN LA ENSEÑANZA:
  -retroproyector
  -diapositivas
  -tocadiscos y cassette
  -videos didácticos,...
• RADIO Y TELEVISIÓN EDUCATIVA:
  -programas educativos de televisión
  -radio educativa
  -radio escolar
• INFORMÁTICA EDUCATIVA:
  -enseñanza asistida por ordenador
  -CDROM multimedia educativos
  -software educativos

Sin embargo, tras varias décadas de ensayos, puestas en prácticas e investigaciones sobre los efectos de la aplicación de estas tecnologías, las pocas conclusiones que se han sacado sobre lo que conocemos acerca de todo ésto es que:

1. La calidad de aprendizaje de los estudiante NO depende de la tecnología empleada, ya sea de mejor o menos calidad, más o menos sofisticada.
2. La tecnología no produce aprendizaje, no enseña por sí misma.

Hoy en día, lo que se investiga en este ámbito es la aplicación específica de las distintas tecnologías digitales que actualmente existen, en el campo de la educación, entre ellos encontramos:

• portales web
• redes sociales
• aula virtual
• eLearnig
• web 2.0
• enseñanza semipresencial, etc

para así, conseguir alcanzar una mayor calidad de aprendizaje. Además, también se investiga/estudia, si de verdad las TICs ayudan a que los alumnos posean una mejor calidad de aprendizaje, a que tengan más competencias profesionales (véase el uso de las aulas virtuales y campus virtuales en las universidades) o simplemente a mejorar el propio uso de las tecnologías.

En conclusión, el uso de las TICs no nos asegura que vayamos a tener un mayor calidad de aprendizaje por el simple hecho de usarlas, lo que si marcará la diferencia es el modo en el que éstas sean empleadas en el contexto educativo.